Compromiso por la educación, convicción y perseverancia: el legado de la profesora Angélica Hernández

La profesora del Departamento de Educación falleció el martes 30 de julio, dejando un profundo pesar en toda nuestra comunidad, familia, amigos(as) y cercanos. Su paso por la Universidad de Santiago estuvo marcado por su sencillez, carisma, sensibilidad, ímpetu y su constante preocupación por educar a las nuevas generaciones de profesoras/es.

Por Camila Vásquez

Angélica Hernández Bannout, de profesión profesora de Pedagogía en Educación General Básica, ingresó a la Universidad de Santiago de Chile en 2011 a la Facultad de Biología y Química y en 2017 se integró al equipo de prácticas pedagógicas en la carrera de Pedagogía en Educación General Básica del Departamento de Educación. Estaba casada con Rodrigo Dougnac, con quien tuvo dos hijos: Amelia y Alonso.

Desde el cuerpo académico de nuestro departamento, el profesor Daniel Ríos, destacó su sencillez y sensibilidad, características personales que, para él, son muy importantes para las personas que ejercen la labor educativa, además de su cercanía con ella. 

“A Angélica la conocí hace 30 años aproximadamente en la Universidad Católica Silva Henríquez, que en esa época era el Instituto Profesional de Estudios Superiores Blas Cañas. Ahí estudiaba Educación Básica y fui su profesor del ramo de evaluación. Luego guie su tesis de magíster, el que realizó en la Universidad Mayor. Después trabajó en el Departamento de Educación y terminó siendo parte del equipo de prácticas. Desde que fue alumna de pregrado, Angélica manifestó su sensibilidad por la educación, en particular, con los niños y niñas, así que estuve por años conectado con ella, con sus amigos, en su matrimonio con Rodrigo”, reflexionó el profesor.

Para el profesor Ríos, su convicción la llevó a seguir estudiando para mejorar su profesión, acto docente y el quehacer de su práctica.

“Ella siempre estaba preocupada por aprender más. Siempre iba a mi oficina, me enviaba un mensaje o me llamaba para preguntarme cuestiones de evaluación, siempre confió en mí, siempre era muy preocupada, si no sabía algo preguntaba o averiguaba. En ese sentido, Angélica era bien profesional, bien comprometida, siempre queriendo aprender más para poder aportar de mejor manera a la formación de los niños y niñas, en un principio cuando trabajaba solo en colegios, y después, ya en la universidad”, contó.

Una gran compañera y amiga

El rol que cumplía la profesora Angélica en nuestra unidad era el de supervisora de prácticas profesionales de Pedagogía en Educación General Básica. Bajo ese contexto, la encargada de vínculo con la escuela de dicha carrera, Dominique Recabarren, resaltó su profunda pasión por la pedagogía, así como la relación con el estudiantado y sus compañeras/ros de trabajo.

“La profesora Angélica se destacó no solo por su compromiso con la enseñanza, sino también por su extraordinaria capacidad para conectar con sus estudiantes y brindarles el apoyo necesario para su desarrollo profesional y personal. Su rol como supervisora de prácticas fue fundamental para el crecimiento de muchos futuros docentes, y su legado perdurará en cada lección compartida, en cada consejo ofrecido y en cada momento de aliento que brindó. Su empatía, dedicación y amor por la enseñanza la convirtieron en una fuente constante de inspiración y guía”, aseguró.

Por su parte, sus colegas y amigas/os Ximena Reyes, Mariana Cantarero, Marcela Román, Roberto Gálvez, Mónica Chávez, Ana María Martínez, Sinara Madalozzo, Carolina Santibáñez, Dominique Recabarren y Lina Wistuba, expresaron, a través de una declaración conjunta sus emociones hacia ella y su familia, poniendo énfasis a su recuerdo, sonrisa, consejos y e humanidad.

“Sabemos que Angélica Hernández era una persona tremendamente amable y carismática, siempre dispuesta a escuchar a los demás, agregando una palabra de aliento en distintos conflictos, propios de ser pedagoga y educar a nuevas generaciones de profesoras/es, en este mundo tan lleno de incertidumbre. Como colega y compañera de trabajo, comprometida con la pedagogía y con los procesos educativos, te recordaremos en especial por una característica propia tuya; siempre tenías un pensamiento y una opinión enriquecedora en reunión, sobre todo en los puntos de tensión entre el diálogo y el debate para llegar a acuerdos y nunca perdiendo la autocrítica, lo que te hacía más valiosa aún”, expone el texto.

Y finaliza: “Sabemos cuán importante y especial eras y nos queda el consuelo de haber conocido. Tu legado de bondad y tu recuerdo nos acompañará Tus compañeras/o y colegas”.

El compromiso con la educación, sus convicciones y entrega serán recordadas por todo el equipo del Departamento de Educación. Nuestra Unidad entrega las más sentidas condolencias a su familia, amigas(os) y compañeras(os) que compartieron con ella durante muchos años en nuestra Universidad. Les enviamos nuestro sincero afecto en estos momentos de tristeza y dolor.

 

 

 

Fecha de Noticia: 
Jueves, Agosto 1, 2024
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