Por Camila Vásquez
Validación de aspectos claves de modelo de desarrollo profesional para docentes que se desempeñan en aulas de reingreso escolar, alojadas en la plataforma pedagogías para la justicia social, es el título del Programa “Transfiere DGT” de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), un programa de la Dirección de Gestión Tecnológica, enfocado en apoyar a los equipos de investigación de la Universidad.
Está liderado por la Dra. Sylvia Contreras, encargada de investigación y académica del Departamento de Educación, y su objetivo es promover un modelo de desarrollo profesional docente desde los principios de las pedagogías culturalmente sostenibles para acompañar las trayectorias escolares de jóvenes con baja vinculación al sistema educativo. Teniendo como marco la propuesta desarrollada en el marco del programa FONDEF Modelo de formación profesional para docentes que trabajan en programas de reinserción y reingreso educativo.
A pesar de su corta duración (6 meses), la iniciativa se caracteriza por su enfoque intensivo y por la implementación de estrategias pedagógicas centradas en la equidad y el reencantamiento de los estudiantes con el sistema educativo.
Un modelo colaborativo y dinámico para el desarrollo profesional docente
El proyecto se estructura en dos ejes fundamentales. El primero busca mejorar la formación y el acompañamiento de los docentes que trabajan en las aulas de reingreso, en particular con los profesionales que integran las duplas pedagógicas de dos de estas aulas en el SLEP de Barrancas.
Su objetivo es probar el modelo de desarrollo profesional que se construyó a partir de los aprendizajes obtenidos en proyectos anteriores, permitiendo a los docentes reflexionar sobre su práctica educativa y fortalecer sus competencias en el acompañamiento de estudiantes con trayectorias educativas complejas.
El segundo eje se enfoca en promover el liderazgo pedagógico dentro de las aulas de reingreso, actuando como un puente para que los docentes de aulas regulares se acerquen al modelo de desarrollo profesional propuesto.
"Queremos que los docentes de aulas regulares puedan observar los elementos claves de nuestro modelo y se entusiasmen con su implementación", explicó la Dra. Sylvia Contreras.
José Henríquez, colaborador en las Aulas de Reingreso de Cerro Navia y Pudahuel, ha desempeñado un rol clave en la ejecución del proyecto. Según contó, “Actualmente soy colaborador directo, con asistencias semanales a dos establecimientos pertenecientes a las comunas de Cerro Navia y Pudahuel que cuentan con Aulas de Reingreso. En dichos establecimientos prestamos asesoría en uso de plataforma virtual y modelo de Pedagogías para la Justicia Social”.
El proyecto también cuenta con la participación de Juan Pablo Espinoza, académico de la Universidad de Santiago y responsable del diseño y desarrollo de talleres dirigidos a diferentes agentes educativos de las aulas de reingreso. “Mi responsabilidad ha sido coordinar estos talleres y trabajar directamente con los equipos directivos, validando un modelo de desarrollo docente enfocado en profesionales que laboran en estas aulas”, explicó Espinoza.
Etnografías colaborativas y pedagogías sostenibles: herramientas claves del proyecto
Uno de los ejes metodológicos clave del proyecto es el uso de etnografías colaborativas y pedagogías culturalmente sostenibles como herramientas para acompañar el trabajo de las duplas pedagógicas en las aulas de reingreso.
Frente a ello, la directora del proyecto destaca la importancia de estas metodologías para generar un espacio de confianza y reconocimiento mutuo entre docentes y estudiantes, especialmente cuando se trabaja con jóvenes que han experimentado el abandono escolar.
"El modelo se basa en la idea de reconocer los saberes previos de los estudiantes y brindarles un espacio de reencantamiento con el proceso escolar", comentó.
A través de talleres de acompañamiento y la implementación de un plan de acción basado en estos enfoques, se busca mejorar la interacción entre docentes y estudiantes, creando un ambiente de aprendizaje más horizontal y participativo.
Por su parte, Juan Pablo Espinoza destacó que este enfoque permite” validar los saberes previos de los estudiantes y sus familias, fomentando una justicia epistémica que reconoce el aporte de todos los actores en la construcción de conocimiento”, aseguró.
Colaboración efectiva con el SLEP Barrancas
El trabajo conjunto entre la Universidad de Santiago (USACH) y el Servicio Local de Educación Pública de Barrancas (SLEP) ha sido fundamental para el éxito del proyecto. Denisse Bustamante González, encargada de Acompañamiento a Establecimientos Educacionales del SLEP, valoró positivamente esta colaboración.
"El trabajo de la Universidad ha sido una buena experiencia en las dos comunidades educativas del SLEP Barrancas, promoviendo en las duplas psicoeducativas, la incorporación de prácticas pedagógicas más inclusivas y eficaces que responden a los principios de justicia social. Esta colaboración permite a los docentes y profesionales psicosociales adquirir herramientas y metodologías innovadoras, mejorando su capacidad para atender a estudiantes en situación de alta vulnerabilidad y para crear un ambiente escolar más equitativo e integrador", explicó.
Asimismo, destacó que esta sinergia fortalece el compromiso tanto de la universidad como del SLEP, con una educación pública transformadora e inclusiva, orientada a reencantar a los jóvenes desvinculados para que retomen su trayectoria educativa.
Uno de los ejes del trabajo del Departamento de Educación en el SLEP de Barrancas, es orientar las prácticas pedagógicas y promover la nuclearización de los objetivos de aprendizaje. "El Departamento de Educación forma, acompaña y monitorea las duplas psicoeducativas en la implementación del Modelo de Desarrollo Profesional, además de articular el trabajo con los equipos de gestión del SLEP. Esto responde a una necesidad concreta: ofrecer herramientas pedagógicas que aborden las brechas de justicia social presentes en el territorio y facilitar el reingreso de estudiantes al sistema educativo", indicó.
Respecto a esto, el investigador Espinoza destacó que la coordinación constante con equipos directivos y psicoeducativos ha facilitado la implementación del modelo. “Hemos logrado que los profesionales incorporen herramientas y metodologías innovadoras, mejorando su capacidad para atender a estudiantes en situación de alta vulnerabilidad y promoviendo un ambiente escolar inclusivo y transformador”, aseguró.
Desafíos y logros hasta la fecha
A pesar de las dificultades, como los tiempos ajustados del calendario escolar y las limitaciones en la disponibilidad de recursos, el proyecto ha logrado importantes avances.
Uno de los hitos destacados es el establecimiento de talleres con las duplas pedagógicas para abordar las complejidades de acompañar a estudiantes en proceso de reingreso.
Bajo este contexto, el profesor Espinoza dijo: “El modelo ha sido clave para que los docentes enfrenten estos desafíos y logren que los estudiantes se sientan reconocidos como aprendices valiosos”, señaló.
Al referirse a las proyecciones del proyecto, José Henríquez aseguró: “El proyecto comenzó a potenciarse, en primera instancia, a partir del trabajo colaborativo realizado entre USACH, el programa PDE y ASE, mediante la ejecución de una propuesta pedagógica basada en pedagogías culturalmente sostenibles. Tal propuesta fue llevada a cabo de manera exitosa con estudiantes que han visto sus derechos vulnerados. Desde esta base, el radio del proyecto ha buscado expandirse pasando de un aula que cuenta con uno o dos estudiantes por sesión (PDE y ASE) a un espacio como lo son las Aulas de Reingreso, en donde la cantidad de estudiantes es significativamente mayor”.
A corto plazo, se espera poder compartir los resultados de la experiencia a través de un coloquio y una visita de cooperación internacional en el marco del proyecto FONDEF. En el largo plazo, se espera que el modelo se perfeccione y se expanda a otros contextos educativos, contribuyendo a la mejora de la calidad educativa y la inclusión social de estudiantes en riesgo de exclusión.
"Queremos que los docentes se sientan más seguros y posicionados en su labor, y que el estudiantado encuentre en el aula un espacio donde puedan reencantarse con el proceso escolar, a pesar de las dificultades que han atravesado", concluyó la Dra. Contreras.