Dra. Lorena López participó en actividad orientada a responder dudas sobre la Prueba de Transición Universitaria

La académica del Departamento de Educación y Directora del Programa de Acceso Inclusivo, Equidad y Permanencia (PAIEP) de esta Casa de Estudios, participó en un conversatorio con estudiantes de tercer y cuarto medio, para resolver las dudas de cara a la Prueba de Transición 2021.

Por César Calquín

 

 

La Dra. Lorena López, experta en inclusión universitaria, sostuvo un ameno diálogo con estudiantes de cuarto medio que rendirán esta prueba, en donde respondió sus dudas y entregó consejos para bajar la ansiedad y el estrés en los días previos.

La actividad, que se desarrolló a través de la plataforma Instagram Live, del Programa de Acompañamiento y Acceso efectivo a la Educación Superior (PACE) fue moderada por Consuelo Sotelo, miembro del equipo de gestión personal de esta unidad.

La Dra. López señaló que es “un agrado estar acá y compartir algún conocimiento que pueda tener para ayudar a disminuir la ansiedad, creo que ese es el principal problema que se tiene cuando están en cuarto medio. Tener información ayuda a bajar la ansiedad”.

Dudas de cara a la PTU

En la cita, la experta en inclusión, fue respondiendo las preguntas que los y las participantes de la actividad iban planteando. Una de las principales interrogantes que arrojó este proceso es por qué se cambió la Prueba de Selección Universitaria (PSU) a este nuevo sistema de medición, llamado Prueba de Transición Universitaria.

“(Se cambia) por buenas razones, y no solamente la prueba en sí, desde la PSU a la PTU como se ha denominado, cambió el sistema en general y eso es muy importante, porque por mucho tiempo se criticó que la PSU no era una prueba equitativa, que era muy desigual. Entonces estamos en una transición hacia lograr una mayor equidad”, señaló la investigadora.

Y agregó: “Qué significa eso: cuando uno entra a la universidad se le suman varios factores de selección, uno es el resultado que se obtiene en la PSU o PDT, la específica que quieran dar, más la nota de enseñanza media y la posición del ranking. Todo esto tenía una fórmula y esta prueba se llevaba el 50% de la fórmula. Con el cambio disminuye y se puede valorar la trayectoria escolar del estudiante. Por lo tanto, esta prueba valdrá un 30% y la nota de NEM y el ranking aumentan, valorando así la trayectoria”.

Por otra parte, explicó las diferencias, en materia de ponderación, que tiene esta nueva prueba en comparación a la extinta PSU, que aumentará la cantidad de estudiantes que podrá ingresar a la universidad.

“Antes había estudiantes que pudieron ser el mejor de sus escuelas, sin embargo, no daban con el puntaje mínimo, que es de 450 puntos, para postular a una carrera universitaria. Ahora puede obtener ese puntaje mínimo o haber estado dentro del 10% más alto de su promoción del colegio. Esto va a permitir, según datos de años pasados, que más de 6 mil estudiantes puedan ingresar a la universidad”, señaló la Dra. López.

“Con esto se está ampliando el margen y muchas universidades tendrán más cupos para recibir estudiantes, porque, en la versión anterior, existía un 10% de estudiantes denominados ingresos especiales: como los deportistas, el que pertenecía a un grupo étnico, etc. y ahora ese 10% aumenta a un 20%. Por eso existen más posibilidades de tener una opción de llegar a la universidad. Por eso es el principio de la equidad”, agregó.

También, indicó que una de las principales modificaciones que se le realizó a esta nueva prueba es que medirá habilidades más evaluará que más contenidos, por ejemplo, de qué manera el estudiante es capaz de leer un documento, analizar, argumentar con los datos que están puestos en la prueba, no tiene que traer contenido, por cierto, que va a tener que haber leído para llegar a esas operaciones.

¿Será más fácil o más difícil?

Otra de las principales dudas que surgió en la conversación fue el nivel de dificultad que podría tener esta nueva medición. En ese sentido, la Dra. López sostuvo que “hay distintos factores para analizar. Primero la PSU ya forma parte del pasado, si alguien no la dio antes ya no la dio más. También, estamos en una pandemia, que cuando se realizó este modelo no se consideró y pueden llegar nuevos factores. Yo diría que no es más fácil ni más difícil. Esta es una experiencia nueva y eso es un factor importante para que te dé mucho estrés, entonces los estudiantes deben estar confiados en lograr lo que le están pidiendo, ya que no se pide nada anormal de lo que se les ha pedido anteriormente. Creo que son incomparables y la experiencia es propia y buscar nuevos métodos para poder disminuir la ansiedad y estudiar”.

Además, orientó a los y las estudiantes que no han tenido clases regulares durante este año, para que puedan remirar sus métodos de estudio.

“Lo primero es mirar en el sitio Web demre.cl, allí hay mucha información. Luego mirar los temarios, donde existen una gran cantidad de materia que se ha pasado en cuarto medio”, dijo y agregó que “así como hay aprendizajes para la vida, existe el aprendizaje autónomo. Esto no significa estudiar solo, sino que hay que pensar que esto es bueno para la vida. Esto invita a que el estudiante se ponga de acuerdo con sus amigos, con gente que ya está en la universidad, con parientes, con los profesores, etc. Y organizarse y ser comprometidos con ellos mismos, ir bajando la ansiedad de a poco”.

Fuente: Conversatorio PACE
Redacción: César Calquín.
Edición: Camila Vásquez.
Foto: Pantallazo.

Fecha de Noticia: 
Miércoles, Septiembre 9, 2020