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Dr. Jaime Retamal en Comisión de Educación en el Senado: “Las tareas escolares son un factor de agobio o de aprendizaje”

Retamal senado

Por Camila Vásquez 

El académico del Departamento de Educación y experto en Clima Escolar se refirió al proyecto de ley para evitar el exceso de tareas escolares, el que busca modificar el Decreto con Fuerza de Ley N°2, de 1998, del Ministerio de Educación para prohibir el envío de tareas escolares a realizarse en el hogar, ya sea individualmente o con ayuda de los padres.

Luego de tres años durmiendo en el senado y tras la última comisión de educación se retomó el proyecto.

Evidencias

Según el profesor Retamal, hay muchísima evidencia en el mundo de la educación respecto al carácter cíclico, controversial y diversificado respecto a si enviar o no tareas, su verdadero impacto, el tiempo de su duración, las tareas inteligentes y las perjudiciales, etc.

“Estamos hablando de las tareas grandes, pesadas, que duran más de 10 o 20 minutos, que duran dos o tres horas. Hay controversia respecto a su impacto, duración, tareas inteligentes o perjudiciales. Estuve revisando en fiestas patrias la última evidencia y básicamente no se ha movido, siguen apareciendo otras variables, sin embargo, es el contexto político, social y cultural el que ha ido determinando los ciclos de las tareas, por una parte, y lo que entendemos por aprendizaje, inteligencia, educación y pedagogía, por la otra”, dijo.

Y agregó: “El famoso Sputnik moment, "La década dorada de las tareas", donde tuvieron su mayor apogeo, era el momento en que un bloque competía con otro respecto si éramos más inteligentes que los soviéticos y se estableció una especie de carrera de competición al interior del sistema de educación norteamericano, sin embargo, cayó nuevamente, para luego, en los años 2000 y desde el punto de vista más economicista, se renueva la tendencia histórico cultural ha decantado en una acumulación de evidencias en contra de las tareas”, aseguró.

Ni eficacia ni equidad

Según el académico, las tareas escolares o los trabajos fuera de la clase o para la clase no superan la prueba de su posible eficacia, ni de su equidad. “Lo último que se ha conocido es el sistema escolar francés que finalmente reguló a partir de estas evidencias las tareas en los establecimientos”.

Y agregó: “Por una parte, se sabe que los beneficios directos sobre la escolaridad de los niños estudiantes no han sido en efecto jamás demostrados. Numerosas investigaciones que ponen en evidencia algunos efectos positivos de las tareas sobre el éxito escolar, sólo pueden establecer simples correlaciones, porque es imposible saber si esos estudiantes son más exitosos gracias al trabajo fuera de clases o si lo son simplemente porque son buenos estudiantes o lo son por efecto de las didácticas de los profesores, efectos las metodologías de la enseñanza, los proyectos educativos, las comunidades escolares que están jugando un rol”.

Asimismo, planteó que ninguna investigación ha encontrado alguna vez un beneficio para la asignación de tareas en la escuela primeria y secundaria, así como particularmentepersuasiva.

“Timothy Keith, quien había encontrado en los 80 una relación sólida entre las tareas y los resultados en las pruebas estandarizadas, volvió una década después sobre el tema y descubrió que, si introducía más variables para sus correlaciones, las tareas no tienen ningún efecto después de todo e insiste en la idea de establecer correlaciones, pero de ninguna manera se puede comprobar causalidad”, aseguró.

Para el académico no existe ninguna relación entre el tiempo dedicado a las tareas y las calificaciones del curso; y tampoco hay una substancial diferencia entre los que completan las tareas y los que no. “Los profesores no revisan las tareas, hay tareas que quedan en el aire, no son metodológicamente retroalimentadas. Un factor que se debe tener en cuenta”, dijo.

Según el investigador, las tareas son un importante factor de selección social, pues los padres de clases más vulnerables no pueden aportar el mismo tipo de ayuda que los padres dotados de un capital cultural, económico y social superior.

“Las tareas de alguna manera discrimina a los papás que trabajan, que no pueden estar con sus hijos, que no saben hacerlas, que no saben cómo trabajarlas, por eso se insiste en que este espacio en lo familiar se penalizan masivamente a los estudiantes que tienen padres de categorías socio-profesionales desfavorecidos vulnerables, sin embrago, esos mismos estudiantes obtienen resultados sensiblemente iguales a sus compañeros cuando el trabajo es realizado en el curso, en la sala o en el colegios. El proyecto de ley del gobierno francés para regular las tareas, terminó finalmente en un programa que se llama “Tareas hechas”, que consiste en que las tareas se realizan voluntariamente en un espacio que es obligatorio para los colegios, donde sean acompañados por un profesor o voluntario pedagógico”, afirmó.

La aparición de numerosos dispositivos escolares y extraescolares de acompañamiento para reducir las dificultades escolares en este sentido, también tienen un acceso desigual de parte de las familias, ya que se termina por “Contratar a un profesor o a una persona que acompañar a los estudiantes fuera de la clase”, argumentó.

Para el experto en clima escolar, las tareas enviadas para la casa están prescritas en casi todas las partes del mundo, porque acentúan un retraso de unos por sobre otros. “Las tareas en Francia fueron prohibidas en 1956, sin embargo, siguen existiendo en el sistema escolar y es porque los padres exigen a los profesores enviarlas o porque los profesores tienen dentro de su desarrollo profesional enviar tareas, es como si sacar las tareas del colegio fuera sacar algo esencial. El punto es discutir de qué tipo de tareas estamos hablado, dónde se realizan, con qué objetivos”, afirmó.

Y agregó: “Muchos estudios reportan efectos positivos mínimos o incluso efectos negativos en cuanto a la participación de los padres. Muchos padres dicen que no se sienten preparados para ayudar a sus hijos con las tareas y que sus esfuerzos para ayudar con frecuencia causan estrés”.

El exceso de tareas

“El tema tiene que ver con la tarea mal estructurada, mal diseñada y mal preparada, sin sentido, extenuante, por el castigo. Me parece que hay un tema no menor con este tipo de tareas, la que tiene un efecto negativo en los estudiantes. Cooper, una de las personas que más a ha revisado este tema, hace una fuerte advertencia: demasiada tarea puede disminuir su eficacia o incluso llegar a ser contraproducente”, aseguró el académico Retamal.

Y precisó: “La retroalimentación de las buenas tareas de parte de los profesores afecta positivamente en el rendimiento. Si la tarea está bien pensada y luego es retroalimentada, el efecto positivo es muy importante. Para que efecto de los padres sea positivo se requiere que los padres reciban directrices claras sobre su papel, se requiere que los profesores no esperen que los padres actúen como expertos en cuanto al contenido o al intento de enseñar el contenido y que los padres hagan preguntas que ayuden a los estudiantes a aclarar y resumir lo que han aprendido”.

“Si la tarea tiene un poco más de complejidad, los profesores tendrían que ayudar con las guías a los padres. Esto se discutió largamente en Francia y se hizo desde el punto de vista comparativo, obligar a todos los colegios a tener un tiempo y un espacio con un profesional o con voluntarios a cargo para acompañar a los estudiantes que deciden quedarse en el colegio y hacer las tareas. Las tareas escolares son un factor de agobio o de aprendizaje”, finalizó.